28 de agosto de 2015

Reutilizar botellas bonitas para decorar

Habrá quien piense que es tan hortera como
el azulejado setentero del fondo
Qué bonitas son las botellas de moscatel, y en general las de licores. Me da pena tirarlas.
Otra cosa que me da rabia es comprar especias y como se usan tan poco, que se caduquen en el bote, y al final tengas el especiero lleno de botes casi hasta arriba de especias caducadas.
Así que antes que vinieran las tiendas de decoración a clavarte ni se sabe por algo parecido vas tú y te montas unas botellas decoradas parecidas a la anualidad que hacías en el cole con sal pintada con tiza.
Sólo tienes que meter en la botella capas de especias y alimentos en polvo de diferentes colores y texturas: romero, tomillo, perejil seco, pimentón, sal, azúcar, canela, nuez moscada, café, cola-cao, pimienta negra molida, pan rallado, harina, colorante alimentario...
Parece un desperdicio de especias caras pero como digo...su futuro iba a ser caducarse antes de que se acabase el bote porque se gastan de pellizco en pellizco.
Además como cada vez soy más cocinillas ya no gasto algunas de las especias que se suelen tener en botes, como ajo seco picado (un anatema que me trajo mi madre) o pimienta negra molida (gasto de molinillo). Y como te vea Chicote gastando perejil seco te escalaba.
Así que en cinco minutos te montas un elemento decorativo para los altillos o la encimara de la cocina y listos.
No recomiendo usar bolas de pimienta, clavos de olor, arroz y cosas granuladas en general porque se cuela el fino polvillo de las especias molidas entre los granos y quedaría mal.
Para tapar la botella siempre hay algún corchito guardado para la ocasión, porque a los corchos también da pena tirarlos...
Tengo más botellas de moscatel reutilizadas, rellenándolas de aceite de cocinar. Compro garrafas de 5 L, que uso para rellenar la freidora y la botella de aceite de uso cotidiano. Como procuro usar poco aceite para cocinar, no tengo que rellenarla muy a menudo. Es más económico y ecológico (porque se reducen envases) comprar el aceite en garrafones, y la garrafa vacía se usa para acumular el aceite usado hasta que se lleve a reciclar.
Que levante la mano quien no tenga algo parecido en su casa.

27 de agosto de 2015

Enmarcar puzzles


No se trata propiamente de un elemento de reciclaje, pero sí de aprovechar un elemento de divertimento que otros usan para pasar el rato y luego vuelven a guardar en la caja. Una pared entera de la casa decorada en un pis pas,  y es la propia escena del cuadro la que se encarga de que resulte un elemento de decoración "adulto".
Me costó un buen dinero el enmarcado pero creo que mereció la pena. Ahora constituye un elemento protagonista de mi casa, que sirve entre otras cosas para que mi suegro lo critique en las visitas, y no precisamente por incumplir uno de los preceptos del feng shui.

El puzzle no me costó dinero porque me lo pedí como regalo. Es el Guernica de 3000 piezas, de Educa. Tardé unos cuatro meses en completarlo, prácticamente sin ayuda, poniendo un promedio de unas diez piezas diarias en los ratos libres (a veces pasaban semanas sin poner ninguna). Tuve que habilitar una mesa con cartones grandes en mi salón de entonces para ir ensamblándolo y aunque resulte increíble, no perdí ninguna pieza.


No era cuestión de echar a perder el puzzle pegándolo y barnizándolo yo misma con un resultado novato y mediocre, así que lo mandé pegar y enmarcar en un taller especializado de Madrid (BAJORELIEVE, C/Sepúlveda 65), donde fueron encantadores. Necesité ayuda para transportar el pedazo de puzzle hasta allí (mide metro y medio de largo) pero el resultado fue impecable. Me cobraron unos 100 euros, incluyendo el pegado, el cartón trasero, el doble marco y el cristal especial antireflejos. Yo creo que mereció la pena el gasto y que el presupuesto está muy ajustado.

El doble marco está inspirado en la propia caja del puzzle, y aunque supone un gasto extra, el marco blanco estrecho aporta la luminosidad que una escena en blanco y negro necesita.
Hay muchos puzzles bonitos ahí fuera esperando ser utilizados, e incluso se puede encargar que te hagan un puzzle a partir de la imagen deseada. El resultado tiene más valor añadido que un mero póster o una imagen impresa comprada. ¿Qué os parece a vosotros?

Ratoncitos guardadientes

La idea es fácil: coser un ratoncito hecho a partir de trapos donde los niños guarden los dientes de leche, puedan meter bajo la almohada y encuentren una moneda al día siguiente.
Los anglosajones tienen sus propios muñequitos del Hada de los Dientes, o directamente...de un diente guardadientes.
Cada uno puede hacer un patrón con la forma de ratón que desee, pero uno que da buen resultado es uno clásico que circula por la red. El bolsillo y la nariz cada uno los adapta como quiere; yo les he puesto tirantes y los "pantalones" no dejan asomar las patitas y también están por la parte trasera (pido disculpas porque no tengo fotos que lo muestren).

Como culo veo, culo quiero, rápidamente me puse a hacer los míos para mis hijos, con récord absoluto de materiales reutilizados que tenía por casa:


  • La tela del cuerpo es pana de un pantalón de los niños, desechable porque tenía las rodillas destrozadas y no merecía la pena poner rodilleras porque ya se les quedaba muy pequeño. Hay otra gente que utiliza tela vaquera, pero queda más auténtico si el ratón es marrón.
  • Los bolsillos están hechos con mis inestimables retales de calzoncillos del maromo, que después de la enésima recosida en la entrepierna acaban siniestro total y con su preciosa tela de cuadritos en mi poder.
  • El asa de arriba es el típico lazo que viene con los tirantes de la ropa para poder colgarlo en la percha...¡incluso en la ropa que no tiene problemas para ser colgada en una percha! Como me da rabia que asome por las mangas suelo quitarlos.
  • El hocico está hecho con una minúscula bolita de retal de camiseta negra rellena con una cantidad ridícula de napa sintética, que tengo en casa por mi afición a los amigurumis.
  • Los bigotes son trozos de lana que cualquiera tiene en casa.
  • La cola es un cordón de algún colgante ridículo que tuviera desde hace mil años.
  • La letra es una rodillera recortada, pero puede ir pintada, bordada a máquina o de la manera más apañada que encuentre cada cual.
  • Los ojos móviles son comprados; los necesitaba para reparar una manualidad de mis hijos y tenía el resto de la bolsa por ahí.
  • El hilo con el que está hecho el punto festón también lo tenía.
  • Los botones también los tenía, provenientes de cualquier camisa que hubo que tirar o reciclar.
  • Están rellenos de napa sintética ("relleno de peluche") que como digo, tengo a mano para hacer amigurumis.


Las únicas dificultades, que yo no superé totalmente, es respetar a la perfección la forma de las orejas cuando se cose a máquina, que todo quede bien cosido y cerrar bien la labor con puntadas invisibles una vez se le da la vuelta. El punto festón ayuda a retocar y mejorar el resultado.
El bolsillo me quedó un poco pequeño al final, pero tampoco importa mucho que asome la moneda.
No hay prisa para usarlos, y en caso de necesitar hacer un regalo a unos padres recientes, es todo un puntazo. ;)

Matrioskas con anillas de lata

Esta clase de manualidades son de amor a primera vista, porque son proyectos sencillos y resultones y los materiales los solemos tener en casa, aunque yo tuve que comprar algunos artículos para manualidades para obtener mejores resultados. Pero como todo lo pude comprar en los chinos, cumplí todos los preceptos de mi religión: reciclar, reutilizar objetos que no uso y en caso de necesitar comprar algo, que sea barato y lo encuentre al lado de casa.


En mi caso estas matrioskas fueron una triunfada y generaron la frase que más regocija a los amantes del DIY: "¿¿¿Lo has hecho tú???", pronunciada con admiración e incredulidad, jejejejeje.

Materiales:
  • Anillas de lata de conserva (en mi caso, de lata de maiz dulce). OJO: no todas las anillas son iguales, los mejores resultados se obtienen con las anillas que tienen la forma de la foto. Las que son más redondeadas no producen un efecto tan auténtico.
  • Laca de uñas de diferentes colores (en mi caso, rojo, morado, amarillo, negro, beige), preferentemente con cepillo fino (como los que se usan para el nail art)             * por favor, no preguntéis qué carajo hago yo con laca de uñas amarilla. Pertenecen a un pasado horteril. También podría haber sido blanca, plateada...
  • Pasta para modelar (en mi caso, arcilla blanca de secado al aire)
  • Retal de tela floreada, preferentemente damasquinada o bordada (como la clásica seda "china" con peonías). Yo utilicé los restos de un monederito roto que compré en los chinos y que ya estaba descosido por los bordes.
Preciosa tela china, pero te miran raro si la llevas encima...Sin ser china, claro
  • Fieltro autoadhesivo negro
  • Una aguja o alfiler grueso
  • Un cúter o cuchilla

Según el uso que se le vaya a dar:
  • Argollas o alambres para pendientes (y aritos extra si hace falta conectar el alambre del pendiente con el cuerpo de la matrioska)
  • Imán de nevera fino (se puede recortar el típico imán de nevera de publicidad más feo que pegar a un padre para adaptarlo a la matrioska)
O lo que se requiera para transformar la matrioska en un colgante (de cuello o para el móvil), pin, broche, pinza para el pelo, adorno de bolso o cremallera...Las opciones son casi infinitas.

No tengo fotos del paso a paso pero voy a describirlos porque son muy fáciles, y como yo siempre digo, lo que más importa son los trucos y consejos y no las fotos intermedias.

1) Lo importante es que la anilla esté seca y en buen estado. Idealmente, debería conservar íntegra y en buen estado la argolla trasera que la unía a la tapa de la lata, pero esta se suele romper durante la extracción de la propia anilla, así que puede ser necesario recortarla entera y limar los bordes. La trasera de la anilla debe ser lo más plana posible. La argolla trasera a la que me refiero puede ser de utilidad si se desea usar la matrioska para hacer un pendiente.

2) Con una anilla de igual forma que no se vaya a usar, o con la que usaremos después, troquelamos la forma de la carita y la barriguita sobre una capa gruesa de arcilla blanca, de forma que presionando la anilla sobre la arcilla salga la forma de la cara y la barriguita. Recortaremos los bordes sobrantes con cuidado de forma que quede liso por todos lados y no pierda la forma. La barriguita debe quedar bien redondeada y no sobresalir de la trasera de la anilla, siendo lo más difícil de conseguir. Las piececitas se dejan secar aparte (en una hora suelen estar secas).

Alternativa: hay gente que no usa arcilla para la cara o la barriga de la matrioska, y utiliza simplemente papel decorado o tela, con efecto final plano. Pero la "barriguita" forma parte del encanto de toda matrioska y potencia la belleza del minúsculo trozo de tela. Antes de utilizar la arcilla probé de coser una bolita rellena de algodoncito o relleno de peluche, pero me encontré con que luego era difícil insertar el relleno dentro del agujero de la anilla y que quedara con el efecto deseado, redondeado por arriba y completamente plano por abajo.

3) De forma secuencial, se pinta la parte superior y laterales de la anilla, con laca de uñas u otra pintura adecuada. Yo pinté primero la parte roja del cuerpo, y una vez seca, la parte de la cabeza dando una cierta forma de "pañuelo", que decoré con un moteado amarillo aplicando la laca con la punta de un alfiler, en forma de minúsculas gotas. Los que tengan pulso de cirujano y vista de lupa pueden intentar hacer flores. Una vez seco el cuerpo se puede aplicar laca de barniz transparente, cuidando de que no se mezclen los colores, pero la laca de uñas ya suele dar suficiente brillo.

4) Se pinta aparte la pieza de la carita con laca de uñas, ayudándonos de una aguja o un alfiler para crear el efecto del pelo dividido, los labios y los ojitos, que pueden estar abiertos o cerrados. Yo necesité tres capas de color carne de laca de manicura francesa porque era una laca de mala calidad, pero el resultado no quedó mal porque intenté que las capas quedaran homogéneas. Lo más difícil es dibujar los ojitos sin que queden muy gruesos. No recomiendo barnizar la cara porque es muy fácil que se difuminen los rasgos con las pinceladas.

5) Se recorta la tela de forma que cubra perfectamente la barriguita de arcilla de la matrioska. Como el tipo de tela que yo usé se deshilacha con mirarla, es recomendable usar tijeras de sastre, que cortan la tela en zigzag, para evitar el deshilachado en lo posible. Se inserta a presión la barriguita en el agujero grande de la anilla. Idealmente, como está hecho a medida y la tela confiere un milímetro extra de grosor, se quedará fijada a la anilla simplemente por presión. La parte trasera de la anilla debe quedar plana, para la cual recortaremos a ras todo lo que podamos la tela sobrante.

6) Como trasera de la matrioska usé tela de fieltro autoadhesiva. Esto ayuda a que se pegue la carita de arcilla y la pieza de la barriga sin necesidad de pegamento extra. Los bordes se recortan, intentando que no queden muy al descubierto los laterales de la anilla. Para convertir la matrioska en pendientes, conviene dejar un trozo de fieltro extra en la parte superior, que agujerearemos y endureceremos con laca de uñas negra. Por ese agujero insertaremos las argollas, aritos o alambres que necesitemos para nuestro pendiente. Los laterales que se vean feos se pueden disimular con laca de uñas negra. Hay gente que recorta el fieltro dando un margen en zigzag, pero yo creo que esto no queda bien en caso de unos pendientes.


A la trasera del fieltro se puede pegar o coser cualquier cosa: un imán, un cierre de broche...
A partir de estas instrucciones básicas se pueden hacer las variaciones que se deseen.
Hay gente que decora la matrioska en el cuello con los lacitos minúsculos que suelen adornar las piezas de lencería, pero para las mías creo que quedan mejor sin ellos.

Los pendientes los he estrenado y aunque no estoy satisfecha con el grosor de la parte trasera, no llamaron la atención en negativo y según el maromo, "no son los pendientes más extravagantes que he llevado" (????!!!!!!!). Sin duda repetiré para perfeccionarlos y utilizaré los antiguos como imanes de nevera.

Espero que os haya gustado el resultado y que adaptéis la idea a vuestra propia imaginación.