30 de julio de 2017

Mis faldas vaqueras a partir de pantalones inservibles

Era cuestión de tiempo que me decidiera a aprovechar los múltiples pantalones vaqueros que se van quedando inservibles para algo que no fuera sacar retales y telas para neceseres.
Si el pantalón vaquero no está muy deteriorado, una opción mucho más fácil de lo que parece es descoserlo y convertirlo en una falda.
Recientemente he ampliado mis opciones falderas con dos pantalones vaqueros reciclados.

Lo que es importante señalar es que el propio patrón  y defecto de los pantalones de origen es lo que te guiará para determinar el tipo de falda que saldrá.

FALDA LÁPIZ VAQUERA 

Provenían de un pantalón clásico azul de corte bootcut (o sea, anchos de pantorrilla) que me estaba bien de talla pero tenía completamente desgastada y rota la parte de la entrepierna.  Aunque la parte de la entrepierna estaba completamente inservible, el tipo de corte del pantalón permitía cortar en triángulo la parte de tela desgastada y empalmar el resto de forma que quedara una "falda lápiz" sin necesidad de añadir ningún trozo de tela extra.

Para eso hay que descoser la costura interna de las perneras hasta la cremallera (la lateral externa queda como la original), cortar la tela que sobre (de largo y de tela desgastada) y empalmar lo que quede por delante y por detrás.
Por la parte de delante he conservado "el triángulo" que queda cuando descoses la entrepierna y el resto lo he dejado completamente recto. El triángulo decora la parte central de la falda a la altura de la cadera y que la transición hacia la costura recta quede más decorada. Basta sujetar las partes con alfileres y coser por delante con hilo de torzal (el hilo grueso especial de los vaqueros) del tono más aproximado al original de los pantalones con cortar recta (mi máquina tiene control de longitud de puntada así que elegí la longitud de 4,5 mm que es la que más se parece a la longitud de puntada de los pantalones de fábrica).

Yo he decidido que el largo quede por debajo de la rodilla,  aunque limite más los movimientos. Que cada una elija el largo que quiera, que siempre se está a tiempo de acortar. 

La tela estaba tan desgastada en la entrepierna que una vez descosido el pantalón tuve que recortar un buen triángulo de la parte trasera para eliminar la parte rota. Al ensamblar las partes que quedan, por fuerza la falda queda con un corte muy estrecho. Si la queremos así, bien, pero si queremos más libertad de movimientos tendremos que ensamblar algún triángulo de tela sobrante o realizar aberturas bastante grandes que dejarán ver mucha pierna.

Por la parte de atrás dejé costura recta (para eso hay que recortar parte de la tela y descoser casi hasta la cintura a la hora de ensamblar los lados) salvo un corte decorativo que permita abrir más las piernas, porque me apetecía un largo de falda por debajo de la rodilla y para qué nos vamos a engañar, la falda queda estrecha y aunque el denim es bastante elástico luego cuesta subir las escaleras...). Como tengo remalladora el interior ha quedado bastante profesional y no hace falta hacer doble dobladillo a la hora de meter el bajo, con lo cual la costura no queda tan gruesa.

Para la parte trasera hay que descoser la costura casi hasta la cinturilla, empalmar las partes de la tela (sobrará un trozo en la parte del culete) y asegurarse de que la costura quede bien recta y pareja a la costura original del vaquero.
He dejado una pequeña abertura decorativa en la parte trasera para lo cual hay que desdoblar la costura tal como se muestra, a imitación de las aberturas de las prendas comerciales. Se aprecia el detalle de cómo se ve el interior del bajo remallado.
El dominio de la remalladora es lo que tengo que mejorar para que quede todo bien simétrico. Como no tenía bovina grande color azul marino utilicé tres hilos azul oscuro de tono similar para la costura overlock de tres hilos (el hilo de la aguja es el que menos se ve en la costura overlock, así que el tono más diferente a la tela original se puede reservar para ello). Las que no dispongan de overlock, que rematen las costuras con zigzag para evitar deshilachamientos o con un simple doble dobladillo, pero cuidado con no forzar la máquina de coser porque la tela quedará muy gruesa.
Así queda la parte trasera de la falda vaquera. La que tenga mejores piernas que yo, que se haga la abertura más ancha o se haga una gran  abertura lateral; yo he preferido taparme más para que se vea sólo la parte "favorable".
Resultado: falda lápiz bastante discreta, quizás un poco sosa (ya me plantearé pegarle algún aplique bordado o pintarle algún detallado con rotulador textil de glitter) pero muy ponible y combinase con cualquier cosa.
Precio final: falda "nueva" por 2 euros y pico que me costó el torzal anaranjado, que apenas gasté así que me sirve para el futuro.


FALDA BLANCA CON ANIMAL PRINT

Este era un caso más complicado. Los pantalones eran de denim blanco no elástico que me quedaban una talla estrechos de cadera, y muy estrechos de pierna, en buenas condiciones salvo unas manchas amarillentas en los bolsillos delanteros que no se iban con los lavados y que no había conseguido eliminar con nada.
Esta vez no se podía simplemente descoser la entrepierna y juntar las partes de la falda porque hubiera quedado tan estrecha que sería imposible ponérsela. En estos casos se puede empalmar en la parte frontal, trasera y/o lateral la propia tela que sobra de las perneras y que habremos cortado a la hora de decidir el largo. La parte que se empalma tendrá normalmente forma triangular y la falda resultante tendrá un aspecto acampanado.
Eso hice yo pero con la tela de la pernera blanca que sobraba quedaba la falda igualmente muy justa, porque como digo era un pantalón de pernera muy muy estrecha, así que aproveché lo que me quedaba de unos pantalones elásticos con animal print rotos que previamente ya había aprovechado para otros menesteres.
Tenía unos leggins elásticos de tela de leopardo, muy desgastados en la entrepierna y rotos. La tela me gustaba mucho. Con una simple costura de una pernera y una cremallera reciclada, tenemos un estuche o neceser que no necesita ni forro ni nada.
Y como me da pena tirarlo todo, la cremallera se decora con una pieza metálica sacada de un colgante de mercadillo viejuno que además me encontré por la calle, y así se puede tirar de la cremallera con más facilidad.

Así, en vez de coser un empalme de tela blanca que queda un poco artificial y soso pones una parte "decorada" y parece que tiene mas sentido. Yo cosí un empalme triangular de tela por la parte delantera y trasera de la falda. Podía haberme decidido por coserlo en los laterales tal vez, pero creo que es mejor respetar en los posible las costuras originales del pantalón.
 Para que la falda fuera más "graciosa" descosí los bolsillos blancos traseros y los sustituí por los bolsillos originales del pantalón de animal print, que eran del mismo tamaño. Quedan por tanto unos bolsillos de tamaño y funcionalidad idénticos a los originales blancos.
La falda está cosida con hilo de torzal blanco o negro, que yo ya tenía, respetando la longitud de puntada del pantalón original.

Se respetable tamaño, forma y doble costura de los bolsillos originales, pero con hilo torzal negro. Cuidado a la hora de descoser las esquinas, que es la parte más difícil, para no agujerear la tela de base.
En el caso de coser negro sobre blanco, os recuerdo que el hilo de la aguja puede ser negro porque es la parte visible pero la parte de la canilla puede ser blanco o del color de la tela sobre el que se inserta el bolsillo para que la costura final (vista por dentro) sea más discreta.

La parte trasera quedaba ya "muy decorada" pero la parte delantera quedaba muy sosa y además con el problema de las manchas amarillas.
Se aprecia poco pero la cinturilla y la delantera de ambos bolsillos tenían manchas amarillentas (creo que de aceite de almendras) que deslucen  un poco el color blanco y que no siempre se tapan con la ropa de arriba. Así que mejor disimilarlas de alguna manera...

Así que apañé unos trozos de tela para tapar parte del bolsillo delantero hasta la cremallera, a ambos lados, para decorar y ocultar el tono amarillento de la tela. Hay que coser con cuidado de no "matar" el bolsillo interior.
Intentando que queden más o menos simétricos y sin ocultar los pequeños bolsillos del vaquero original, se cosen las partes menos nobles del pantalón de leopardo para decorar la parte delantera y tapar la mayor parte de las manchas amarillas. 
Y este es el resultado de la delantera de la falda, una vez remallado y metido el bajo. La altura del bajo se calcula midiendo desde la cinturilla la longitud deseada para que todo el ruedo de la falda quede simétrico.
¡Y todavía me queda tela de animal print para alguna que otra cosilla!
Resultado: falda blanca pero con toque macarrilla totalmente GRATIS.
No importa que se vean "los triangulitos" de la costura de la entrepierna del pantalón original porque yo no veo un descrito en ir por la calle con una falda reciclada cosida por tí.

Los consejos de costura generales que os puedo dar a la hora de elaborar estas faldas son:
* La calidad de la tela original y el corte del pantalón son vuestra mejor guía para decidir el largo y el corte de la falda resultante. No hace falta patrones de ningún tipo. En caso de que "falte" tela habrá que realizar empalmes con la tela que sobre de las perneras, o de una tela de consistencia similar.

*El hilo de la aguja debe ser de torzal para que no se note la diferencia entre el hilo original y las nuevas costuras. Yo utilicé para la canilla hilo cosetodo de grosor normal.

*En este tipo de labores es cuando aprecias tener control de largo de puntada en la máquina de coser, porque para imitar el largo de la costura vaquera tradicional necesitas seleccionar el largo de puntada máximo (en mi caso 4,5 mm).

*La aguja de la máquina debe ser del 90 o del 100, es decir, gruesa, para coser el denim y que no se rompa. Coseremos a velocidad lenta para no forzar la máquina con la tela pesada.

*Cuando lleguemos a esquinas de dobladillo o zonas especialmente gruesas de coser, levantaremos el pie del pedal de la máquina y coseremos muy lentamente girando a mano la ruleta, para que la maquina vaya muy lenta y sin forzarse. De esta manera evitaremos roturas de aguja, enredos, y la peor de mis pesadillas: que la máquina se salga de punto por haberla forzado mucho (sé de lo que hablo porque me ha pasado varias veces, por bruta).

* La parte más difícil de quedar bien es la trasera (la que coincide exactamente con el cuele) y hay que evitar que quede forma "de pico"; para ello descoseremos la parte que haga falta para que a la hora de ensamblar quede la costura bien recta y de forma "natural".

Espero que mis faldas os hayan gustado e inspirado. Si queréis hacer vuestros propios proyectos con vaqueros viejos (demasiado estropeados para donarlos, demasiado nuevos para tirarlos) y tenéis dudas estaré en cantada de ayudaros.
Ya sabéis, el DENIM es una tela preciosa y JAMÁS debe tirarse porque sirve para mil y una ideas.