Tenía una blusa que me ponía mucho, regalada por la cuñada además, pero echada a perder por una gran salpicadura de lejía en todo el frontal. Sé por otras probatinas que estas manchas de lejía no se disimulan bien intentando teñir la prenda. Así que parecía condenada a la basura o a aprovechar el cuello bordado o el retal trasero para cualquier otra cosa... Pero me daba pena tirarla...
Pero entonces adquirí en el LIDL rotuladores permanentes para textil con efecto glitter en relieve (incluso sin saber muy bien para qué me podían servir, pero fue superior a mí...) y se me encendió la bombilla...
Este tipo de rotuladores tiene una boquilla muy finita que permite trazos de bastante precisión. Sólo hay que tener la precaución de que la boquilla no se tapone y no apretar demasiado para que no salga un grumo. La tinta consiste en una especie de pegamento con glitter que una vez seco, queda transparentado y con efecto purpurina, más o menos en relieve según la cantidad que hayamos aplicado.
El secado tarda un mínimo de seis horas.
No se traspasa nada a la trasera de la tela, pero yo por si acaso pinté poniendo un cartón debajo del frontal de la blusa.
Para fijar el color, se plancha sobre un trapo a máxima temperatura o se mete la prenda en el horno a 150ºC durante 8 minutos.
Al principio fui reacia a hornear la tela así que la planché una vez seca...Y lista para poner.
El secado tarda un mínimo de seis horas.
No se traspasa nada a la trasera de la tela, pero yo por si acaso pinté poniendo un cartón debajo del frontal de la blusa.
Para fijar el color, se plancha sobre un trapo a máxima temperatura o se mete la prenda en el horno a 150ºC durante 8 minutos.
Al principio fui reacia a hornear la tela así que la planché una vez seca...Y lista para poner.
Llegó la hora de la verdad: lavar la blusa a 40ºC (máximo recomendado para los rotuladores textiles) y ver si el invento aguantaba...¡¡¡Y perdí parte del dibujo porque no debía estar bien fijado el color con el planchado!!! Aparte de que la purpurina perdida se esparció por la blusa y el rotulador plateado tenía una aspecto blandurrio y extraño...
Uppps, demasiado bonito para ser verdad... |
En esta imagen se aprecia bien el aspecto que tiene el relieve tras el lavado, que parece que ha perdido toda la purpurina. |
Así que tuve que retocar el dibujo con los rotuladores y esta vez sí lo horneé a 150 ºC durante 8 minutos. Después de volverlo a lavar, esta vez a 30 ºC, el dibujo se había mantenido entero, aunque los colores seguían teniendo (en húmedo) ese aspecto blandurrio y sin purpurina de la vez anterior...
Uppps, parece que va a ser una lotería lavar esta prenda... |
Mejor esto que no tirar la blusa, que me daría mucha pena, o embarcarme en una complicada labor de descoser el cuello bordado e intentar endosarlo a cualquier otra camiseta... |
Espero que mi experiencia os haya inspirado y os lo penséis un poco antes de tirar a la basura prendas con manchurrones sin aparente solución. Os recomiendo que os hagáis con este tipo de rotuladores porque son toda una inversión y pueden usarse para dar una segunda vida a la ropa que de otro modo acabaría hecha retales o en la basura...
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