4 de diciembre de 2017

Me da pena tirar cualquier cosa que decore unos zapatos

En una entrada anterior había hecho gala de mi traperismo aprovechando los apliques de unas sandalias estropeadas para decorar los tirantes de una camiseta de baratillo.
Pero eso es excepcional porque mi tendencia es aprovechar los cordones, decoraciones, cadenas, detalles de cuero, etc, de botas y zapatos, para hacerme collares y pulseras.
Porque aunque el calzado esté estropeado, con la puntera hecha polvo, el tacón desaparecido, la suela desgastada, y estemos hasta las narices del zapato en cuestión, las decoraciones de cuero se pueden recortar y aprovechar y media una pena tirarlas...

Dos tiras de cuero con remaches diversos que decoraban sendas botas de invierno. Las botas a la basura, pero las tiras se descosen y sin cortarlas en longitud, se les cose un automático negro discreto y se pueden enrollar en forma de pulsera-muñequera jevi. Y esa es la manera más sencilla de aprovecharlas: se pueden coser a otras botas sencillas, usar de collar, coserlas a un cuello o ruedo de una camiseta o falda...
Unos apliques de unas sandalias, directos a unos tirantes sosos que había que disimular en una camiseta vulgar y corriente del Primark. Pues ya queda otra cosa.

En esta ocasión la tira de cuero no viene de unos zapatos si no de un cinturón minúsculo de una falda de cuando yo tenía cuerpo de ponerme cosas con tan poca cintura. No hace falta tocarla un pelo, solo guardarla hasta que se te encienda la bombilla. Es una pulsera de cuero como tantas que ves en los mercadillos, pero gratis. De igual forma se puede usar de collar choker,  que están muy de moda.
 Traperismo máximo, lo sé, pero es que me daba pena tirarlo. Yo voy por la calle y la gente no lo distingue de algo que haya comprado. El cuero es taaaan caro... :P

6 de noviembre de 2017

Decorar tirantes de camiseta con apliques de sandalias estropeadas


Sandalias de Okeisi de hace un par de años que ya estaban hechas polvo. Recosidas y desgastadas. Directas a la basura MENOS la decoración de cuentas, que me daba pena tirarla.
Por otro lado, camiseta sin mangas que me estaba muy grande y metí guapamente de los hombros, de forma que me quedó fatal la costura (fui baja y no quise descoser el cuello para meter el hombro en condiciones). Tan fatal que no me ponía la camiseta porque me avergonzaba del cutrerío de las costuras.
Creo que no hace falta decir más. Cualquier camiseta vieja se puede decorar de mil maneras y de forma gratuita sin gastar un euro. Y no me he hecho unos pendientes colgantes porque el tamaño sería excesivo.



Decoraciones descosidas y la camiseta de marras. Hechas las unas para la otra.

Se cosen las decoraciones a mano por el borde camuflando las costuras feas.


Camiseta que no me ponía decorada con apliques reciclados, lista para utilizar, y resistente a los lavados. Camiseta gratis como nueva en 15 minutos.

2 de octubre de 2017

Reutilizar jarras de latón


En una entrada anterior ya os avancé el uso que se le puede dar a los rotuladores permanentes textiles. Pero es que por esas fechas me hice con toda una colección de rotuladores permanentes, con y sin brillantina, que sabía que podía usar para un sin fin de manualidades. Y rápidamente los he amortizado.

Mi colección de rotuladores permanentes no textiles, que están que echan humo. Todos del LIDL y alguno de los chinos.
Lástima no haber hecho una foto del antes del reciclado. Encontré las típicas jarras de metal que venden en los chinos como florero o cubre maceta, con el dibujo original vintage desteñido por el sol, y muy oxidadas tanto por dentro como por debajo. Parecían realmente destinadas a la basura pero sabiamente las habían dejado fuera del contenedor por si pasaba algún alma creativa como yo, con pocos prejuicios, lista para reaprovecharlas (ya sabéis, primero se recoge, y luego se piensa qué se puede hacer con ello).

Habrá gente que tenga prejuicios al respecto pero yo ya expresé mi opinión ética sobre el reciclaje urbano, que no tiene nada de trapero.

Por poco más de un euro pillas un Pinty Plus en el chino del color que te apetezca; en este caso gris perla que me parece más alegre que el beige clarito original. Con dos capas eliminas el dibujo original desteñido y disimulas el óxido. La parte más difícil es aplicar el spray en la parte interior. Me quedó algún churretón y alguna parte cuarteada por haberlo dejado secar al calor, pero como después iban a añadir decoración, tampoco es que importe mucho.

La base se decora con fieltro adhesivo (de venta en los chinos) para disimular el grave problema de óxido y evitar arañazos en la superficie donde pongamos la jarra.

El interior se protege con fieltro adhesivo; no hace falta que quede perfecto  porque después pondremos piedrecitas  y flores secas.

A continuación se dibuja con rotuladores permanentes lo que queramos en cada cara de la jarra: zentangle, flores...o Un mensaje de Mr. Wonderful que nos parezca bien o que nos cuadre con los colores que tengamos.
Yo he elegido mensajes con dibujos sencillos y carácter "familiar". 
Con amor, para mis hijos.
No quise recargar la jarra pintando las boquillas, pero dibujé unas florecitas brillantes en la parte superior del asa.
A continuación y a falta de algo mejor que tengamos por casa se meten unas piedrecitas y unos jaramagos secos y ya tenemos dos jarras para decorar la terraza. Coste total: un euro y pico del spray (los rotuladores no se gastaron).

¿Qué os parece el resultado? ¿Demasiado trapero? Mis bendiciones para la gente que no tira las cosas que no quiere en el contenedor si no que las dona o las deja limpias en la calle por si algún alma caritativa quiere darles una segunda vida.

4 de septiembre de 2017

Pendientes nuevos a partir de bisutería que no usas



 En el grupo de facebook de trueque vecinal de mi pueblo conseguí dos pares de bolsitas de aretes para pendientes de Gütermann creativ (gracias, Marta BG!!). Pues nada, me hice con ellos por la patilla porque si nadie los iba a usar, ya se me ocurriría a mi algo. La verdad es que hay muchas opciones: hacer una especie de atrapasueños con lana, tejer algo a crochet aprovechando los agujeros, o simplemente engarzar cuentas.
Entonces yo recordé que tenía unos pendientes sin usar de cuando hacía danza del vientre, a los cuales ya había quitado 200 gramos de parafernalia y brilli-brilli  azulón (porque eran super cantosos).

JAMÁS hay que tirar nada de bisutería, jamás, y menos si tienen cuentas reutilizables.

Así que quitando de aquí y poniendo parte allá  pasar de tener unos pendientes amorfos que no dicen mucho a unos pendientes algo más ponibles.

Y la cuenta blanca transparente la saqué de cualquier otro lado, porque me da pena tirar nada.
Tras un ratito corto usando los mini-alicates de punta estrecha, te sacas unos pendientes GRATIS.
 ¿Qué os parecen? ¿He salido ganando con el cambio? Y lo mejor de todo es que me quedan otros aros para probar otro modelo de pendientes, quizá más elaborados... Aros de este tipo, aunque menos elaborados, se venden hoy en día en cualquier bazar chino, así que no hay excusa!.


14 de agosto de 2017

Idea para disimular manchas de grasa en una camiseta

En un post anterior di una idea para disimular una salpicadura grande de lejía en una blusa de color liso. Pero...¿qué pasa con manchas múltiples de grasaza que no se quitan con nada en una prenda que ya tiene un dibujo grande de por sí?
Si es una camiseta al uso no hay problema, porque ahora lo que se lleva es tunear las camisetas con recortes en la espalda o poniéndole flecos, así que...¡¡manos a la obra!!

Camiseta regalada con dibujo bonito pero poco "femenina", y además, echada a perder por unos lamparones de grasa que no se han ido pese a la multitud de trucos que probé...
No pasa nada si uno recuerda que cuando uno recorta y estira la tela de camiseta como si quisiéramos hacer trapillo, tiende a enrollarse sobre sí misma y disimula cualquier mancha. Así que recortamos el bajo de la camiseta (realmente es opcional) tras haberla cuadrado bien por las costuras. De paso recortamos el cuello y las mangas para que no tenga un aspecto tan "tradicional".
Marcamos el largo de unos flecos en el bajo, del mismo ancho, cuidando que los flecos cubran la parte de la camiseta afectada por las manchas. Recortamos y estiramos bien la tela y ya veréis como los lamparones pasan a estar desapercibidos.
¿Dónde están los lamparones ahora? Para que no queden los flecos demasiado sencillos, se anuda cada tira con la contigua con un par de nudos decorativos. Este proceso ya acaba de camuflar cualquier desperfecto que tuviera la tela en esa zona. Según el tipo de nudos en los flecos que se deseen, conviene dejar los flecos más largos. Yo me arrepentí de haberlos cortado tanto...

Voilà. De una camiseta que supuestamente era de chica pero la mar de sosa, recuperamos de forma gratuita un top más a la moda y claramente más jipi-chic, preservando el dibujo celta original que es lo único que ha salvado esta camiseta de la basura.
Así es cómo he dado una segunda oportunidad a una camiseta que tenía unas manchas que hacían daño a la vista. Antes de tirar nada, conviene darle una vuelta por si se puede aprovechar la tela y ya no digamos disimular el desperfecto de alguna manera (que dependerá de cada caso en concreto), ya sea pintura o tijera. En 20 minutos escasos hemos evitado quedarnos sin una prenda que además aparece ponerse ahora más que antes.

7 de agosto de 2017

Idea para disimular manchas de lejía en la ropa

Tenía una blusa que me ponía mucho, regalada por la cuñada además, pero echada a perder por una gran salpicadura de lejía en todo el frontal. Sé por otras probatinas que estas manchas de lejía no se disimulan bien intentando teñir la prenda. Así que parecía condenada a la basura o a aprovechar el cuello bordado o el retal trasero para cualquier otra cosa... Pero me daba pena tirarla...



Pero entonces adquirí en el LIDL rotuladores permanentes para textil con efecto glitter en relieve (incluso sin saber muy bien para qué me podían servir, pero fue superior a mí...) y se me encendió la bombilla...

 ¡Disimularía el manchurrón de lejía bajo un dibujo de atrapasueños, que están muy de moda y me encantan!




Este es el aspecto del atrapasueños que dibujé, con la "tinta" aún fresca. Posteriormente añadí algún detallado más. No se tarda más de 10 minutos en hacer este dibujo. Un vaso o tapa puede servir de guía para trazar el círculo; todo lo demás está hecho a mano alzada sobre la marcha y sin seguir ningún modelo especial, aunque en google se puede encontrar inspiración.

Este tipo de rotuladores tiene una boquilla muy finita que permite trazos de bastante precisión. Sólo hay que tener la precaución de que la boquilla no se tapone y no apretar demasiado para que no salga un grumo. La tinta consiste en una especie de pegamento con glitter que una vez seco, queda transparentado y con efecto purpurina, más o menos en relieve según la cantidad que hayamos aplicado.
El secado tarda un mínimo de seis horas.
No se traspasa nada a la trasera de la tela, pero yo por si acaso pinté poniendo un cartón debajo del frontal de la blusa.
Para fijar el color, se plancha sobre un trapo a máxima temperatura o se mete la prenda en el horno a 150ºC durante 8 minutos.
Al principio fui reacia a hornear la tela así que la planché una vez seca...Y lista para poner.
¿Dónde está la mancha de lejía ahora? Y apenas se nota que el dibujo está ligeramente descentrado para disimular el manchurrón...además lo bueno es que se puede ampliar y retocar el dibujo si nos parece soso de primeras.

Llegó la hora de la verdad: lavar la blusa a 40ºC (máximo recomendado para los rotuladores textiles) y ver si el invento aguantaba...¡¡¡Y perdí parte del dibujo porque no debía estar bien fijado el color con el planchado!!! Aparte de que la purpurina perdida se esparció por la blusa y el rotulador plateado tenía una aspecto blandurrio y extraño...

Uppps, demasiado bonito para ser verdad...
En esta imagen se aprecia bien el aspecto que tiene el relieve tras el lavado, que parece que ha perdido toda la purpurina.

Así que tuve que retocar el dibujo con los rotuladores y esta vez sí lo horneé a 150 ºC durante 8 minutos. Después de volverlo a lavar, esta vez a 30 ºC, el dibujo se había mantenido entero, aunque los colores seguían teniendo (en húmedo) ese aspecto blandurrio y sin purpurina de la vez anterior...

Uppps, parece que va a ser una lotería lavar esta prenda...
 Pero una vez seco, como por arte de magia el dibujo recuperó la purpurina y el relieve adecuado, así que se puede dar el atrapasueños por fijado y recuperado...

Mejor esto que no tirar la blusa, que me daría mucha pena, o embarcarme en una complicada labor de descoser el cuello bordado e intentar endosarlo a cualquier otra camiseta...
Pese al fastidio de tener que hornear la ropa para fijar bien los colores, y de que siempre habrá que tener precauciones especiales a la hora de lavar y planchar estas prendas, estoy contenta con el resultado que dan estos rotuladores y seguro que volveré a utilizarlos para decorar prendas sosas, o disimular manchas de lejía, o de grasa, o con un pequeño remiendo. Las opciones de dibujo son ilimitadas. Además ahora se lleva mucho el rollo zentangle que sirve para disimular cualquier cosa. Hay rotuladores disponibles sin purpurina y sin efecto relieve para los más conservadores...


 Espero que mi experiencia os haya inspirado y os lo penséis un poco antes de tirar a la basura prendas con manchurrones sin aparente solución. Os recomiendo que os hagáis con este tipo de rotuladores porque son toda una inversión y pueden usarse para dar una segunda vida a la ropa que de otro modo acabaría hecha retales o en la basura...


2 de agosto de 2017

Reciclar un dedal para hacer un broche




Culoveismo (sust. masc.): dícese del impulso de imitar manualidades graciosas que se ven en la red por impulso del amor a primera vista, la envidia, o el deseo de probar técnicas nuevas. La insatisfacción de ese impulso conduce a un estado de inquietud y desasosiego.

Pues eso. Esta idea no es propia pero en cuanto la vi me decidí a imitarla, porque
a) Yo también tengo por casa esos lamentables dedales comprados en los chinos que luego resultan que te están demasiado grandes y son demasiado blandos para cumplir su función.
b) Es una idea de broche encantador para una costurera. Además permite reciclar pequeños retales, botones sobrantes y restos de hilos de cualquier bobina.


Realmente sólo se necesita un dedal grandecito en buen estado, pistola de silicona y un alfiler o broche. Se rellena el fondo del dedal con silicona caliente (con cuidado, porque el metal en seguida quemará). Se aprovecha para insertar tres rollitos de cartulina con hilos de colores enrollados, imitando bobinas, dos alfileres, dos retalitos enrollados y un botón de cuatro agujeros (quedan mejor que los de dos). Las telas y el botón requerirán un poco de pegamento extra para que aguanten bien en su sitio. Yo pequé el alfiler del broche, asegurado además con hilos, en la trasera de las telas (para que no se desenrolle el retalito di unos pespuntes a las telas).
La trasera del dedal de marras.
El lateral del broche. Yo decidí hacerlo así porque la superficie curva del dedal es difícil para pegar cualquier otra cosa. Se puede adaptar la misma idea para hacer un collarcito, pero pesa demasiado para hacer pendientes.
 Y voilà, en 20 minutos tenemos un broche para usar, regalar, o un detallado para decorar nuestro rincón de costura. Lo mismo hago otro y me monto un imán de nevera. Y hemos aprovechado un dedal inservible.
Para decorar cualquier camiseta sosa y simbolizar cuánto nos gusta el costureo.


¿A que dan ganas de imitar uno nada más verlo?