8 de septiembre de 2015

Costurero (o lo que sea) en cajas de madera para vinos

En esta ocasión presento una manualidad de mi madre, tanto en idea como en ejecución, y pienso que le quedó fenomenal. Y mira que ella no es nada propensa a las manualidades y sí a guardar las cosas sin quebrarse mucho la cabeza, pero en esta ocasión se lució.

Utilizó una caja de madera transportadora de botellas de vino o cava, de estas que tienen una tapa deslizante de madera y tres secciones interiores, que le daban a mi padre en su empresa, y la convirtió en un costurero.
Para ello forró el interior con restos de papel decorativo autoadhesivo fechados en el 500 antes de Cristo.
Casi iba siendo hora de buscarse otro costurero suplementario...

Para mantener en su sitio las bobinas de hilo, utilizó una goma común de cinturilla y unas chinchetas.

Rebuscar entre los hilos porque no están ordenados por tonalidades o colores es un placer como otro cualquiera.
Alta tecnología materna. Acabados impecables.
Lo más gracioso es que decoró la tapa con dibujos a rotulador de los propios materiales que contiene la caja. Dibujó la silueta de elementos de costura como la cinta métrica, las tijeras, canillas, dedales... y la coloreó con rotuladores (como no sabe dibujar, simplemente siguió su silueta real). El resultado es naïf pero efectivo y queda muy simpático.

Detalle de la tapa deslizante. Atención al alfiletero con estampado de Betty Boop.
Detalle del lateral que tiene el tirador. El clip cruzado no se utiliza para coser, pero tanto da. Horror vacui.
Otro lateral. Del color de esas tijeras no me acuerdo.
Tercer lateral. Ya he perdido la cuenta de las versiones existentes del mismo dedal. Y sí, creo que las tijeras rotas están reflejadas tal cual.
Último lateral. Yo creo que mi madre no ha gastado un ovillo de lana entero en su vida.
Un detalle importante es que mi madre se molestó en dibujar al detalle el mítico alfiletero de Betty Boop que hizo mi abuela a partir de una tela precambriana sacada de una ropa vieja de mis primas.
Mi abuela no hacía alfileteros sofisticados con forma de flor, erizo o cupcake rellenos de napa sintética: ella hacía alfileteros cuadrados cosidos a mano y rellenos de otros retales plegados, así que quedaban bien duros y prietos. Cuenta la leyenda que quien logre clavar un alfiler en unos de los acericos de mi abuela se convertirá en el futuro rey de Inglaterra.

Alfilteero neolítico. Gentileza del Museo Arqueológico Nacional. 

Yo también tengo una caja similar y me dan ganas de imitar la de mi madre, pero mis aperos de costura ocupan mucho más espacio y no puedo tenerlo todo centralizado en una sola caja. Además yo tengo que trasladar mi taller a menudo huyendo de mis cachorros y aunque estas cajas tienen un asa de cuerda, hay que mantenerlas en horizontal para que no se descoloque demasiado el contenido, y eso es incompatible con mi vida de costurera nómada.

¿Os parece tan apañado este costurero como a mí?

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