26 de septiembre de 2015

Funda de libreta a partir de unos vaqueros


La gente que tira los vaqueros a la basura merece tormento, porque es una de las telas a las que se le puede sacar más provecho para hacer pequeños estuches, fundas y neceseres. Es bastante recia de por sí y com bina con cualquier forro que le pongamos. Las cremalleras cuando son largas son bastante aprovechables y los bolsillos suelen ser un elemento decorativo interesante.
Cuando el dines es muy ligero y finito, se puede aprovechar como funda ligera para una libreta o cualquier elemento que queramos.
El material de partida fueron unos vaqueros de verano, de niña, con una cinturilla con aberturas, unos bordados hippies en blanco y perneras acampanadas. Aparte de no caberme tenían una hechura demasiado hortera.
La diferencia de talla me evitó la tentación de usarlos, aunque los bordados son graciosos. No pongo la foto de la forma de las perneras para que podáis dormir esta noche. 
Lo primero, descoser la cremallera invisible, que viene de perlas para cualquier cosa.
Luego, descoser una de las perneras para hacer una funda portafolio para el cuaderno de recetas que tengo en la cocina.
Aproveché los bordados para el frontal, marqué con unas costuras el lomo, reciclé una parte de la cinturilla para el broche con velcro (un retal perdido de velcro adhesivo casi sin pegamento que basta con coser para que aguante mejor los tirones) que de paso hace las funciones de portabolis y añade un bordado extra.
Es importante en una funda para una libreta con espiral que sea suficientemente holgada para poder doblar la libreta, sin que la libreta se salga de la funda ni quede muy tirante el lomo. En mi caso quedó incluso demasiado holgado.
Pues aprovechando la parte de la cinturilla y la etiqueta, hago un broche para poner el velcro, que se pega en la parte trasera porque en la delantera quería que se viera la estrellita bordada. No está centrado porque tenía que aprovechar el único hueco que dejaban los bordados de la parte delantera.
Como la cara interior de los vaqueros era feílla, puse un forro. En esta caso, retales provenientes de una camisa de pijama que me regalaron y que me duró un lavado. Era de Primar, no voy a esconder la mala publicidad. Tras la primera lavadora, el tejido ya estaba desteñido y con rayas marcadas, y al primer estirón se rasgó. Pues nada: un bonito retal con tela de bicicletas que parecía basura pero ha resultado ser una tela para forros que combina y queda bien con todo, porque adorna pero no quita protagonismo a la tela principal. Además de actuar de trasera del denim, añadí unos bolsillos para la contraportada de la libreta para que se pudieran guardar recetas sueltas.
Como el ensamblaje fue un poco caótico y yo el diseño previo y la ordenación de las telas antes de la costura no la domino aún, al final las pegué posteriormente a coser el forro procurando que los dobladillos quedaran bien.

Un bolsillo extra para meter hojas sueltas, suficientemente holgado, y sin que se vea interior del denim. 
La parte trasera donde se inserta la tapa de la libreta me quedó demasiado justa y está metida a presión por la falta de exactitud de las costuras, pero resulta útil porque la libreta no se mueve y ya está el bolsillo de la otra contraportada para que quede más holgado y se puedan meter papeles sueltos.
Vista lateral. pese a tanto forro y bolsillo no queda nada grueso, como veis.
Me queda la otra pernera bordada para otra funda más perfeccionada que quiera hacer en el futuro, pero tengo otros proyectos con tela vaquera en mente que me va a tener ocupada un tiempo. ¿Este al menos qué os ha parecido?

Por cierto...¿Qué hacían esos vaqueros en mi poder, si ni siquiera eran míos? Ahh, eso dará para una entrada larga del blog que ya daré a conocer...

2 comentarios:

  1. Hola guapa, yo guardo todos los pantalones de mi marido que él ya no quiere, aunque ya lo tengo enseñado, antes de tirar nada me pregunta...
    Te ha quedado muy bien para ser la primera.
    Besos,

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  2. Gracias!
    Yo también tengo enseñado al maromo, aunque él más bien sólo tira cosas muy rotas...
    Un saludo

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